miércoles, 18 de septiembre de 2013

El día de mi graduación (FF)

(AVISO: ES LA PRIMERA VEZ QUE HAGO ALGO DE ESTE CALIBRE. NO ES PERFECTO PERO PARA MI ES LO MÁS Y QUERÍA COMPARTIRLO.
Es un fan fic qué se me vino a la mente leyendo entre lineas esta saga vampírica muy subidita de tono, que me fascina. Escribí cuando Beth, "la prota" una chica humana, huerfana. Se entera de sus raices y cuando el protagonista masculino "un vampiro" la acerca a la mansión de su padre fallecido hace poco, y una vez en esa pedazo de casa Wrath la lleva a la habitación de su padre y ella ve que en la cómoda hay una foto suya cuando se graduó.)
WRATH & BETH
Me siento en la cama de mi habitación y me quedo mirándome los pies descalzos "hoy es el día esperado", pienso mientras me inclino un poco para coger la caja de zapatos que compré hace dos meses en el Centro Comercial de Cadlwell, unos simples zapatos negros con un tacón no muy alto y una fina tira negra que se abrocha en el tobillo.

Acomodo bien los pies dentro de ellos y me levanto --madre mia, tenía que haberlos dado de sí antes de ponermelos, ouuutchhhh.-- Camino hasta el espejo de cuerpo entero y sinceramente tengo que decir que me veo preciosa. Visto un vestido de encaje azúl oscuro casi a conjunto con mis ojos por encima de la rodilla y cuello barco que estiliza bastante bien mi figura y realzan mis senos, pierdo un poco la noción del tiempo mirándome y retocándome.

Suena el móvil y por la música que tengo de tono para las entradas de llamada sé que es mi compañera de universidad durante estos últimos 3 años de carrera periodística, busco mi móvil y sin mirar lo guardo en mi bolso de mano a conjunto con los zapatos. Vuelve a insistir, a los tres minutos. --Voyyy... voyyyyyy--, corro a mi armario y cojo la percha donde está mi toga negra y el birrete amarillo limón que no pega con nada de lo que llevo puesto, "menos mal que la túnica me tapa el vestido y me hace juego con los zapatos y el bolso porque vaya combinación sería este horrible sombrerito con mi modelito nuevo" vuelvo a pensar mientras bajo corriendo las escaleras de la casa de acogida donde vivo, una de las tantas. No me despido de nadie, porque no hay nadie.

Camino a la universidad noto una sensación rara en el estomago, no es la primera vez que me pasa y sin saber el porque miro por el retrovisor derecho fijando la vista en algo, o eso es lo que mi subconsciente me hace pensar. --Ya empezamos Elizabeth, mira que llevas todo este último año con esa tonteria de que te sientes observada, ¡quieres relajarte, mujer! es normal que tengamos coches detrás de nosotras estámos en una carretera, chica.-- Giro la cabeza a dirección de mi compañera y veo que sus ojos se ponen blancos y resopla, la saco la lengua y me burlo de ella pero aun así mi estomago está revuelto, y no sé porqué.
--Ya hemos llegado, vamos a buscar a las demás y nos colocamos está vestimenta horrible,-- me dice mi fiel compañera de graduacion mientras aparca el coche.


--Por la derecha Fritz, deja el coche a la derecha y no entres al parking,-- dijo con voz relajada Darius, que se encontraba en el asiento de atrás de un llamativo coche de color negro y cristales tintados que no dejaban entrar ni una pizca de luz.

Aparcaron a escasos nueve coches de la entrada del parking del campus donde se encontraba su hija con un grupo de amigas ya atareadas con las vestimentas de la graduación. --Mi señor, ¿preparo la cámara de fotos?-- dijo el anciano mayordomo con cierto nerviosismo en sus palabras, aunque Fritz llevaba años como doggen en la casa de Darius su respeto hacia su señor era abrumador, --sí, Fritz y cuando tengas varias fotos nos irémos.-- El doggen asintió y esperó a que su amo le diera la señal.

Beth termino de darse un repaso mirándose en una de las ventanas de los coches aparcados, la música y el murmullo de la gente comenzaba a ser mas notorio para el comienzo de su gran día, tomo aire y lo solto poco a poco, inconscientemente su mano fue a su estomago y ahogo una bocanada de aire mientras su nerviosismo hacía mella, pero no por estar nerviosa por la simple fiesta de graduación sino porque ella seguia sintiendo que se sentía observada, "venga señorita Randall, respira y verás como esos nervios desaparecen,es el día de tú graduación y tus paranoyas están volviendote loca" me animo a mi misma mientras me aliso la toga que cubre mi precioso vestido.

--Mi señor su hija ya va de camino-- --gracias Frtiz--. El doggen en todo momento comunicaba a Darius los movimientos que su hija hacía en todo momento. Beth no sabía nada sobre sus raíces biológicas, solo sabía lo justo y necesario, que su madre murío nada más nacer ella y de su padre nunca supo quien era y si estaba vivo, desde muy pequeña estaba de casa en casa en un programa de acogida y Darius nunca daba el paso de ir a buscarla aunque la espiaba, y decirle la verdad de lo que algún día podría pasarle a Beth cuando se aproximara a los 25 años, dado que ella es fruto de dos ADN bien diferentes, mitad vampiro, mitad humana pero que con un poco de suerte su transición nunca se efectuaría pero si así pasara no podría perderla de vista porque Darius no se permitiría perder a otro de sus hijos.

Darius se acomodo en el asiento de piel mientras que el anciano mayordomo le decía cada movimiento de su hija mestiza por una especie de comunicador desde el asiento del conductor a la parte de atrás, esta era la manera que se comunicaban cuando un el vampiro y su sirviente salian a la luz del día para poder ver si su hija estaba en perfectas condiciones. El rey de los vampiros cada noche sufría por saber si ella pasaría o llegaría al cambio, cada noche rogaba en silencio que no ocurriera tal cosa y que sí pasara debería de pedir a uno de sus guerreros, uno de sangre pura que por favor le diera su sangre para poder sobrevivir, aunque convencer a Wrath de tal cosa le llevaría su tiempo, pero aun así Darius le escribio una carta que el doggen guardaba por si el muriera o le pasara algo antes de que Beth cumpliera los 25. Bastante mal lo paso Darius cuando con sus propios ojos veía que sus otros hijos morian por no poder pasar la transición de humano a vampiro.

--Mi señor salgo del coche-- la vocecilla del doggen era ahora sí un manojo de nervios dado que no tenía que ser visto y que la luz del sol no le gustaba demasiado ya que envejecia su piel.

--Elizabeth Anne Randall-- tomé aire y subí a la tarima para coger mi diploma y la orla, miré a mi profesora que fue la que me entrego todo esto y la sonreí emocionada, no puedo creer que todo esto ya haya acabado y seguidamente me fuí a la fila del fondo junto mis amigos graduados y uno a uno seguian llamando a los alumnos. Empezo a sonar la tipica música de graduación, mi compañera hizo su diálogo y desde mi posición veía a padres,tios... emocionados por sus hijos,sobrinos y yo simplemente ponía mi mejor sonrisa y me alegraba por mis compañeros y maldecia las puñeteras punzadas de mi estomago.

Detrás de todo el bullicio de gente el doggen no dejaba de hacer fotos con una camara digital pequeña y manejable, en cuanto todos los graduados empezaron a tirar los birretes y a dar gritos como locos Fritz sonrio emocionado al ver como la pequeña Beth crecia y se convertia en una hermosa mujer de cabello negro largo liso y ojos como los de su padre, alta y fuerte. --Ya estoy aquí, señor-- --bien Fritz, ¿cómo estaba ella?-- --bien mi señor, su hija es una dama fuerte y saludable-- dijo el doggen mientras arrancaba el coche y salía de donde estaba estacionado y puso rumbo hacia la casa de Darius. El vampiro no hacia mas que pensar en lo que le hubiera gustado estar sentado frente a ella y lanzadole miraditas de padre orgulloso pero eso de momento no podia ser.

--Beth...Beth... feliz graduación amiga-- me puse a reir cuando mi loca ex compañera de graduación vino y me abrazo fuerte, sus padres también me felicitaron como también mis zapatos me felicitaban haciendome un daño increible pero este dolorcillo no me iba a dejar que mi fiesta de graduación terminara tan pronto.

En el coche de mi amiga me quite los zapatitos y me hice un masage en los pies hasta que llegaramos a nuestro destino, ninguna de las dos ibamos acompañadas por dos buenorros y macizos machotes donde se organizaba la fiesta de graduación, "si tenemos que ir acompañas que sea en ese desastre de fiesta" rememoro en mi cabeza las palabras que siempre nos decíamos cuando se acercaba la fecha y así fue. Cogi aire y la sensación estraña ya no estaba en mi estomago ahora la sensación estaba pulsando en el dedo peñique de mi pie derecho amenazando con una ampolla.


--Creo que esta noche me quedaré sentada sin bailar-- mi amiga suelta una carcajada y sube la música a toda leche. --Pues si hay que quedarse sentadas nos quedaremos sentadas, la mejor compañia es el alcohol y estar descalzas mientras vemos como los cuerpos aritmicos se mueven al ritmo de conga y música imbailable-- --pues tienes razón.-- Las dos nos reímos y a los cinco minutos estamos frente la sala de fiesta donde se celebra mi gran día de graduación, sentada junto mi ex compañera y mi herida del pie. Una bonita cita para mi vestido nuevo y los zapatos asesinos.Fin.....


Selene Moon
 (De mi propia cosecha) 

2 comentarios:

  1. ESTO CONTINUARÁ, NO???
    ESTÁ MUY INTERESANTE,,, YA ME HE ENGANCHADO,,, :P
    UN BESAZO SELENE MOON!!!

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  2. Pues lamento comunicarte que no, jajajajajaja. Es un fan fic que se me ocurrio como bien he dicho cuando leía el libro. Algo que no sé me hubiera gustado que la autora contára pero ya lo hice yo a mi manera y a mi forma de ver esa escena tan paternal. Ya qué su hija no sabia que él existia.

    Lo que sí te recomiendo, es que si te gusta los leer libros calentitos de vampiros guerreros... te gustaran.

    Un saludo y gracias por comentarme.

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